Ante estas situaciones todos los miembros de la familia pasan por una fase de estrés y sufrimiento, pero son los niños los que más sufren.
Es muy importante que se les de la noticia de forma gradual con un lenguaje sencillo e informarles los dos juntos, permitirles expresar sus emociones y sentimientos en todo momento y dialogar con ellos de forma sencilla, intentando que comprendan que es una noticia triste pero que es lo mejor para todos y que no tiene nada que ver con los hijos, que es una decisión de la pareja para evitar así que se sientan culpables.
Nunca discutáis delante de los niños, mantened una actitud respetuosa hacia el otro. Otras pautas a tener en cuenta después de la separación o el divorcio son: nunca utilizar a los hijos en beneficio propio o en contra del otro, no ceder a los chantajes del niño por la situación en la que vive y explicarle que el divorcio es definitivo para que no se hagan falsas expectativas de que sus padres van a volver a estar juntos.
Si hubiera segundas parejas se debe dejar un tiempo razonable para la presentación de la nueva pareja, y hablar siempre con los hijos antes de la presentación para explicarles que aunque haya un nuevo miembro en la pareja, ellos ya tienen a su padre y su madre.
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